Y un día volvió a Horacio Peralta. Los hinchas tricolores lo querían ver en la cancha y el "Muñeco" Gallardo les dio el gusto al hacerlo debutar en este Apertura. Mejor dicho, el propio "Chino" les dio el gusto a los hinchas, porque trabajó a brazo partido para ganarse la confianza del entrenador.
"Me sentí bien, incluso cuando salí estaba bastante bien de piernas, porque no me pasó de tener molestias o estar al borde del calambre. Eso es lo que rescato de positivo. Estoy contento por volver, pero amargado por no haber alcanzado el objetivo", dijo luego del partido.
Tuvo un muy buen inicio del partido. Durante los primeros 15 minutos fue el que distribuyó la pelota y el que hizo jugar a Nacional. A los dos minutos ya había encarado con peligro y sacado una falta peligrosa al borde del área -que él remató por sobre el horizontal- y la tarjeta amarilla a Trujillo, quien le cometió la infracción. Luego se mandó un par de corridas con apiladas, un gran cambio de frente de media vuelta al pecho de Matías Cabrera y también se ganó una amarilla por una falta tonta en la salida de Fénix.
Precisamente, en la segunda mitad su aporte ya no fue tan influyente. No obstante, generó la primera llegada peligrosa de los tricolores al meter un potente disparo desde fuera del área que Lerda mandó al córner. También metió un centro desde la izquierda que cabeceó Rolín y que Pallas sacó en la línea.Cuando el balón dejó de pasar por sus pies luego del primer cuarto de hora, Nacional no fue tan incisivo. "Ellos en los primeros minutos salieron un poco más a jugar y se abrieron los espacios. Eso permitió que pudiéramos hacer buenas jugadas, pero luego se replegaron atrás y no tuve tanta participación. En el segundo tiempo ya los pases no se pudieron meter", explicó.
A los 56` se fue sustituido, pero dejó la sensación de haber cumplido una buena tarea. "Más allá de no haber tenido antes la oportunidad, un poco por las lesiones que tuve y porque no estaba bien como para integrar el plantel, hoy por hoy me siento bien, el técnico lo ve así y hasta me sirvió incluso el parate del campeonato para ponerme a la orden". Ante la inactividad pidió para jugar en Tercera, lo hizo bien, se metió en ritmo de competencia y el entrenador lo premió dándole una oportunidad que por cierto aprovechó bastante bien.
El empate sirvió de poco y Peralta lo sabe. "Este era un partido clave. Las matemáticas dicen que todavía es posible pelear por el título, pero no dependemos de nosotros, lo que hubiera pasado si ganábamos. Por eso seguimos en manos de otros".
Sensación: "Me sentí bien y cuando salí estaba bien de piernas. Contento por volver, pero amargado por no haber alcanzado el objetivo".
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